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En la fantástica novela Guerra Mundial Z hablan de los zombies congelados que vuelven a revivir en primavera con el deshielo, y me he acordado de la rana congelada. Sus células no se destruyen con los cristales de hielo porque están saturadas de azúcar, que actúa como anticongelante.
Por cierto, leo en Wikipedia van a hacer la peli de Guerra Mundial con Straczinsky de guionista. Como dice Álex, puede ser un melocotonazo.
Os dejo un artículo de Manrique sobre "el efecto halo" muy interesante.
Al final hace una referencia a la ironía. Como he repetido muchas veces, el problema de la ironía no es sólo un problema moral, sino estético. No es sólo que la música no pueda cambiar el mundo, es que no podemos volver a escribir las mismas canciones que ya están escritas y hacer como si nadie se hubiera dado cuenta. Además, para ver el mundo sin ironía hay que creer en algo, y nosotros no creemos en nada. ¿No os habéis fijado que en las rotondas en vez de estatuas hay figuras geométricas? No se puede ser inocente y experimentado a la vez. La propia novela de los zombis es un buen ejemplo de esto. En el fondo, toda nuestra producción cultural es así.
Y otra limitación: el artista no puede pontificar porque el público sabe más que él.
Hablando de lo cual, os dejo el concierto de Radio 3 de Nixon.