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lunes, julio 23, 2007

El arte moderno.

Copio unas consideraciones del libro de Marina "La voluntad perdida" con las que estoy de acuerdo.

"Todos los valores instrumentales corren el riesgo de convertirse en absolutos. Cuando una carretera se convierte en fin no conduce a ningún sitio, sino que se agota en en la pura expresión de su carretidad. Andar por ella se convierte en una actividad sin fin, en un juego [...] Lo malo es que la libertad como puro despliegue del juego de ser libre se parece mucho al juego de la bolsa. Al final, nadie sabe lo que valen los valores. Convertir la libertad en el valor supremo produce una desvinculación generalizada, una equivalencia universal, que acaba conduciendo a la apatía y al desinterés, como era de esperar.

La evolución del arte plástico en este siglo me parece una delicosa parábola de lo que estoy contando. En otras palabras, la historia del arte de vanguardia puede interpretarse como la expresión de un valor supremo: la libertad. El dadaísmo y el surrealismo se consideraban pedagogías de la libertad. Predicadores de esta buena nueva se encuentran en todas partes, con sus capillitas y sus inquisiciones. "He querido establecer el derecho de atreverme a todo", dijo Gauguin. Y Rimbaud buscaba lo mimo cuando buscaba "el sistemático desarreglo de todos los sentidos". Hay que alcanzar la libertad, y el único camino es la ruptura. Por ello el arte moderno es una propedéutica, no puede ser afirmativo. A Karol Appel no le cabe duda: "pintar es destruir lo precedente". Vlaminck quería provocar con su pintura una revolución de las costumbres. El accionismo teatral, como el "Orgien-Mysterien-Theater" de Hermann Nitsch o los "happenings eróticos" de Otto Mülh, pretendían liberarnos de censuras y frustraciones, poniendo en franquía el impulso festivo del sexo.

Se trata de alcanzar la libertad absoluta, o sea, la desligación completa. El arte es sólo una técnica liberadora, pues, como dice Cage, "lo único que estamos haciendo es un arte de vivir anárquicamente".

Hay, pues que liberarse de todo. En primer lugar, de la realidad. "Se trata de desacreditarla", escribió Dalí. "Es hora de ser los amos", pontificaba Apollinaire, "cada divinidad crea a su imagen y semejanza, así también los pintores. El cubismo se diferencia de la antigua pintura en que no es un arte de imitación, sino un arte de concepción que tiende a elevarse hasta la creación absoluta." O sea, hasta la libertad absoluta [...]

Para que el arte sea más libre debe de liberarse del respeto al arte. Ortega advirtió, hace ya muchos años, que el artista contemporáneo nos invita a que contemplemos un arte que es una broma[...]

En 1923 Picasso criticaba con dureza el arte contemporáneo: "El espíritu de investigación ha envenenado a aquellos que que no han entendido todos los elementos positivos del arte moderno, y ha hecho que pintaran lo invisible, y por tanto, lo impintable."

La devaluación del arte por los propios artistas muestra una lógica férrea, que forma parte del sistema de libertad desvinculada. Puesto que la subjetividad libre es el único valor, la última instancia, es ella quien debe dictaminar sobre todo. Arte es lo que el artista libremente decida que sea arte [...]

El arte se ha empeñado en destruir su objeto, negándole toda dignidad intrínseca. Su aparente valor era prestado [...]

Ésa era la cuestión. Volvemos al comienzo. Ser artista es ser libre, y ser libre es ser artista. Su libertad es la única norma. El arte moderno no fue un arte sino una predicación moral y libertaria. Ésa es su grandeza, lo que le hizo ser perseguido por las dictaduras nazis o soviéticas. Pero resulta difícil convertir su proyecto moral en realización estética. Esa libertad por la libertad vaga por las exposiciones como un fantasma repetitivo y tedioso. Una nada se parece a otra nada como un huevo a otro huevo. Nuestros museos se están llenando de quisicosas, patéticas y desguazadas, como los restos de una fiesta."

9 comentarios:

Anónimo dijo...

zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZZZzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZ

Anónimo dijo...

Fran, el tema no tiene mucho tirón, pero, aunque no sé si lo entiendo del todo, me ha tocado. El arte plástico ha olvidado su función que es crear belleza, como haces tú con tus canciones. Tienes que trabajar las melodías y las letras y buscar ese punto que nos hace emocionarnos. Somos animalitos estéticos. Y tú sufres buscando ese milagro y no sabes si lo has logrado, hasta que nos ves llorar a tus pies. El arte plástico al buscar fines ajenos a su naturaleza (la libertad) se ha dirigido a un callejón sin salida, donde predomina el onanismo, la boutade y la tomadura de pelo. Por eso, ¿cuántos van al museo contempóraneo si toca Fran en la ciudad?

Anónimo dijo...

Yo sólo digo una cosa, que una silla con una peluca en un museo, no deja de ser una silla con una peluca, y como "En el traje nuevo del emperador", a los niños o los que tienen alma de niños no se les toma el pelo (o la peluca), por mucho contexto cultural que desconozcan.

Anónimo dijo...

Con lo que te gusta la filosofía porque estudias Derecho en vez de Filosofía?
Nos vemos en el Contem.
De Marina me estoy leyendo Anatomía del miedo.
Un beso.

Anónimo dijo...

Aprovechando el tema de hoy
les mando una direccion
de una antigua web.
Pintura.

http://web.madritel.es/personales/doliva/Home.html

Anónimo dijo...

hey!!!
alguien ha ido a ver "The Last Days" de Gus Van Sant??? qué puntuación ponéis??? cuál es la opinión???

Deporten a Fran!! dijo...

Estudia derecho, porque quiere, algún día, meterme en la cárcel por lo que cuento sobre él en mi blog y en el especial lo que cuento en mi último post...

Gus Van Sant, se quedó en el último porro con Elephant, y en Gerry ya le patinaron 2 neuronas, por "The last days": si Kurt Cobain levantara la cabeza...

Francisconixon dijo...

Deporten: Qué bueno!

Anónimo dijo...

La libertad de crear, la inteligencia y los esquemas, el arte por el arte, los vendedores de humo y la rigidez académica...buf! menudo dilema.. ¿dónde se quedan es@s artistas que componen, escriben y pintan- entre otras- cuando prenden una vela, según una voz que escuchan del más allá o de su otra vida y que rechazan el fin por el subidón de ser "elegidos" por el arte?¿ y los que tienen que ocultar que trabajan, que la inspiración les pilla escribiendo, con la guitarra o frente a una tela en blanco?¿por qué se les niega a estos últimos el derecho al talento, al genio? Me parece que Marina lo clva.Genial