"" Dávalos contó la siguiente anécdota. Parece que tenía una estancia y salía a trabajar al bosque, con los hacheros. A uno le regaló una guitarra. Pocos días después se le acercó otro y le dijo: "Dígame patrón, ¿es verdad que le regaló al Nemesio una guitarra?" "Es verdad". Entonces el hachero le tomó la mano y con voz conmovida le dijo: "Gracias". Dávalos añadió que en ese momento no pensó que la guitarra y el vino siempre iban juntos: ese hachero se dio a la bebida y murió borracho.""
"Borges". Adolfo Bioy Casares.
2 comentarios:
Pues María Ostiz debe tomar sólamente chupitos de Sansón, porque sigue como una rosa.
No sé lo que toma, pero tiene una mirada...
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