Gracias todos los que vinisteis a los conciertos del fin de semana, nos lo pasamos muy bien. Ahora ya toca preparar los conciertos de Barcelona y Madrid con Ramón y Vicente. En cuanto me vaya llegando la información os cuento.
Me han escrito de la Rolling Stone para decirme que han remodelado las secciones y que ya no cuentan conmigo. Desde aquí agradecerles la oportunidad que me han ofrecido y el buen trato recibido todos estos meses.
Os dejo las dos columnas que estaban pendientes de publicación.
LA ROPA TENDIDA.
Cuando pienso en mi infancia las primeras emociones que me vienen a la cabeza son la nostalgia y el aburrimiento. Nostalgia de un futuro no vivido pero ya perdido, como el final de una buena película o los últimos días de las vacaciones de verano. El aburrimiento de las tardes de invierno en el aula o un domingo con la familia.
En la pasada edición de Trash Entre Amigos (una especie de Mystery Science Theatre 3000 en vivo que se celebra en Barcelona), pude tener una breve conversación con el director de cine Nacho Vigalondo, en la que me comentaba la dificultad de establecer la “distancia emocional” adecuada con respecto a los diferentes tipos de público. Por ejemplo: No es lo mismo salir en un primer plano diciendo “Soy un profesor de Salamanca que ha inventando una máquina del tiempo” y que lo escuche un zamorano o un berlinés. El berlinés pensará: “Hombre, voy a ver una película de ciencia ficción”, y el zamorano pensará: “¡Qué coño máquinas del tiempo en Salamanca!”
Al hilo de ese argumento, recordé la cantidad de veces a las que he tenido que enfrentarme al mismo problema en mis canciones. Si cantas en inglés, se crea una distancia emocional mucho mayor, para lo bueno y para lo malo. Igualmente, cuando uno canta en castellano, puede elegir entre los distintos grados de la retórica: desde las metáforas más incomprensibles al lenguaje coloquial; de la épica monumental a la lírica intimista, etc.
Pero lo realmente difícil, en última instancia, es manejar la distancia emocional acertada según el tipo de emociones que queremos provocar. Todo escritor de canciones sabe que es más fácil representar la tristeza que la alegría. Y, en mi caso, mucho más fácil la melancolía que el aburrimiento.
Llevo años con el título de una canción que nunca he podido escribir: Olor a coliflor, la bombona de butano, la ropa tendida. Trata acerca de todo ese aburrimiento de mi infancia del que siempre estoy huyendo y que constituye la materia prima de la existencia.
SAN FERNANDO.
El fin de semana del 15 de agosto me he ido tres días al estudio a grabar nuevas canciones. No es que tuviera grandes razones para hacerlo. Me refiero a que todavía no había escrito nada que realmente me motivara a meterme en un estudio, pero hace poco estuvimos tocando en Cádiz y mi compañero en Nixon, Ricardo, escribió a raíz de esa actuación un tema que me llenó de entusiasmo.
El tema se titula San Fernando, una especie de balada western a la española que no va a revolucionar la historia de la música, pero que por culpa de la letra, (que hace referencia de forma indirecta a muchas cosas que nos han pasado juntos), me resulta tremendamente emotiva. Así que me propuse que este verano teníamos que grabar un single, o algo.
La gente se cansa muy rápido de los grupos, y a la velocidad que circula hoy en día la información, pues más rápido todavía. Y más rápido que la gente, los grupos se cansan de sí mismos. Recuerdo haberle leído a Fernando Pardo en una entrevista que no envidiaba a los grupos que se pasaban la vida tocando las canciones que habían escrito cuando eran jóvenes. Yo tampoco.
Esa necesidad de reinventarse que tienen los artistas para no perder terreno puede ser muy beneficiosa desde el punto de vista creativo, o muy cruel. En mi caso se traduce en una constante actitud de "perdón por sacar otro disco (el mismo), pero es que no sé hacer otra cosa". Tal vez por eso escribo tanto sobre el hecho de componer, para justificarme.
Como decía, ésta fue una de esas veces (la mayoría) en las que entro a grabar sin estar totalmente convencido. La producción de Paco Loco (que va más allá de ser un mero ingeniero de sonido) consiguió salvar el día, y nunca mejor dicho, porque grabé todo en un día. Y sobre todo, las canciones de Ricardo, que está en su mejor momento.
No conozco a muchos artistas (más bien grupos) que hayan sacado sus mejores discos después de los cuarenta años. Yo ahora mismo tengo treinta y ocho. Me quedan dos.
12 comentarios:
no te preocupes, la juventud está sobrevalorada... te lo dice una de tu quinta ;-)
hablando de la infancia y del aburrimiento, lo recuerdas como algo bueno, o no? porque yo a veces les digo a mis hijas que no saben aburrirse (tienen tantas actividades y estimulos que no les da tiempo a todo) Y lo mismo si se aburrieran un poco, les daria para desarrollar la imaginación. de mis tardes aburridas de domingo no salió nada brillante, pero si que se me ocurrian algunas ideas que todavia hoy son bastante válidas.
espero que sigas escribiendo por aqui tus columnas, aunque esto no te de dinero!
un beso
Qué pena porque los textos eran muy buenos...
slim: Pues no sé si es bueno o malo, la verdad... Yo creo es importante aprender a estar solo. Claro que seguiré escribiendo.
Al: Muchas gracias.
Entiendo, entiendo
Por mi formación científico-técnica (que asco me da eso) me preocupa que la gran mayoría de los descubrimientos científicos o demostraciones matemáticas han sido en su gran mayoría hechas hacia los 30 años, edad a la que me acerco peligrosamente.
Probablemente no encuentre la cuadratura del círculo .. eso me desespera.
De todas formas creo que una de las razones puede que sea porque a partir de ciertas edades, vemos la vida de otra manera, y no sólo voluntariamente, sino de manera espontánea.
Maldito tiempo
no te procupes siempre contarán contigo para hacer videos caseros y familiares...quedas tan bien
Gracias por compartir los últimos textos Francisco.
Hola, te leo siempre pero no he escrito nunca. Estuve en el concierto de Murcia y lo pasé genial, éramos pocos pero entregados.
Ni se te ocurra pedir perdón, sigue sacando discos, por favor!
(Lo de Riccardo es verdad ¡Qué canciones más bonicas!)
Siento mucho escuchar lo de tu cese en Rolling Stone. Diré algo muy español: ellos se lo pierden.
Un abrazo.
GRACIAS A TI POR LOS CONCIERTOS DE ALICANTE Y MURCIA !!!!!
Y por un finde tan cojonudo en el que, encima, ha ganado España.
te dejo el enlace de una guía cultural de Alicante que envió un fotógrafo.
y no me discutas con recuerdos... pffff....
un abrazo de tu amigo
DANI SIMÓN
en enlace con fotos, que se me ha olvidado
http://www.lakuriosa.com/blogs/fran_nixon_visita_la_sala_stereo_en_alicante-2792.html
La distancia emocional, me recuerda a cuando vi "Tuno Negro", no es que sea peor que muchas pelis yankis pero cuando los psicópatas están en Michigan no da tanta risa, no sé si a los de Michigan les ocurrirá lo mismo
Las novelas de Stephen King transcurren en su estado natal, Maine, ¿gustarán en Portland sus novelas?.
Lástima que hayan decidido prescindir de tu columna. Por cierto,la columna "Con la ropa tendida" si fue publicada, en el número 119.
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