Os dejo los vídeos que usé para ilustrar la charla del viernes pasado en el FIB.
El tema de la charla era "La relación de los músicos con la prensa". Como ya había habido una titulada "la relación de la prensa con los músicos", donde supuse que se trataría con detalle la práctica de esa relación en los diferentes medios, opté por un enfoque más teórico, aun a riesgo de que la gente se me quedara dormida.
En principio la charla debería haber tenido una duración de dos horas. Al ser la última, y teniendo en cuenta que había gente deseando ir al festival, me pidieron que fuera un poco más breve, con lo que opté por poner los vídeos sin más. Tengo miedo de que la argumentacion haya quedado un poco confusa, así que aprovecho para explicarme.
Lo que intenté mostrar es la mutua influencia entre música y medios, y cómo de esa relación surgen los contenidos materiales e ideológicos que constituyen el "paradigma" aceptado en cualquier arte.
Mi interés por el tema no es en absoluto académico. Cuando yo escribí "Chup Chup" no tenía ni idea de lo que era la música independiente, me limité a "recrear" el estribillo de una canción de Los Sangrientos, el grupo de Paco Loco con influencias de Lou Reed y Code Blue.
Cuando la canción empezó a sonar por el circuito alternativo, la crítica la aceptó. Cuando la canción sonó en un anuncio de Pepsi, la crítica la rechazó. Más allá de explicaciones obvias, mi interés siempre fue conocer cuáles eran los mecanismos que hacían que una canción fuera aceptada por la crítica. Lo primero que aprendí, es que no depende de la canción, sino del contexto de interpetación.
Pero eso era terrible, ya que suponía que la principal tarea de un grupo no es hacer canciones, sino generar discurso. Es más, supone asumir que esa aceptación no depende de lo que uno haga. Supone asumir la impotencia.
Desde entonces mi objetivo ha sido desmontar la ideología que alimenta la distinción entre música independiente/música comercial, no porque piense que todas las canciones son iguales, sino porque creo que es una ideología que sustituye la tiranía de las discográficas por la tiranía de los medios; la tiranía de los oligopolios, por la tiranía de la publicidad. Sé que la idea seguirá operativa porque está en la base de nuestro sistema de producción. Sólo intento ayudar desprestigiarla lo bastante como para que nadie pueda defenderla en serio en ciertos ámbitos.
Empecé poniendo ejemplos de entrevistas, acerca de cómo habían ido cambiando las reglas del juego. En principio se trataba de hacer publicidad del artista, sin más, actitud fácilmente parodiable. Luego el entrevistador se convierte en protagonista, intentando obtener un buen titular a costa del entrevistado. Entonces el músico se pone a la defensiva, y mediante el humor y la ironía contruye una posición inatacable desde la que poder lanzar su mensaje.
Después de las risas me metí en harina. Primero, mostrando la relación entre Cultura y Religión, básica para entender por qué el arte es una contrucción ideológica.
En segundo lugar, el invento de la propaganda, el uso de la ideología para vender productos.
En tercer lugar, la invención de los valores culturales y los estilos de vida, usados para poder vender los productos, no ya de forma masiva, como la propaganda, sino individualizada.
Aquí terminó la charla, con la frase "cuando os hablen de música auténtica e inauténtica, fijaros en quién paga la publicidad". Parece un poco injusto que se hable de la mercantilización del arte desde la mercantilización de la crítica. No deja de ser irónico que la revolución independiente haya terminado en manos de las marcas de cerveza.
No tuve tiempo para exponer la segunda parte de la charla: cómo la crítica usa el paradigma de las ideas de las vanguardias artísticas más que el paradigma de la postmodernidad. Yo creo que eso es debido a que, en una sociedad red, todo el mundo es a la vez músico, crítico y público, con lo que la propia importancia de la figura del crítico como alguien que anuncia el arte del porvenir, situado por encima de la masa indocta, se desvanece.
También me hubiera gustado terminar con una defensa de la profesión de periodista musical, y de cómo muchas veces los músicos no nos damos cuenta de lo difícil que es contruir un artículo interesante con un material tan pobre como, la mayoría de las veces, el nuestro.
Desde aquí agradecer a Cristina Clovis y a la organización su amabilidad y la invitación.
2 comentarios:
A por una cátedra, Fran! Me ha encantado tu exposición. Un fuerte abrazo.
Muy bueno, Fran!
Abrazos.
Fuxedo De Vito
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