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martes, julio 10, 2012

Un jardín en cada poro



Os dejo un enlace a una entrada sobre Sergio en Hipersónica.

Yo siempre recordaré que el primer día que nos conocimos nos quedamos sin dinero y Sergio iba vestido con una blusa toda repretada (hubo una época que le daba por intercambiarse la ropa en el baño con las chicas que conocía en los bares), y cuando ya no sabíamos cómo hacer para pillar un taxi, encontramos un billete de cinco mil pesetas tirado en el suelo.

No sé cómo lo hacía, pero ese billete nunca faltó a su cita.

1 comentario:

elenowsky dijo...

Aquí otra que se entristeció como si de un buen amigo se tratase... Recuerdo cuando vivía en Madrid y tras salir del local donde tocó La Costa Brava vi como Sergio rogaba al portero que le dejase volver a entrar, que había salido un momento, pero que él acababa de tocar con su grupo dentro...me pareció tan entrañable la escena... en fin.