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miércoles, marzo 11, 2009

Ulises y las camareras.


"Delante de Calipso, Ulises sintió la atracción que Gilgamesh había sentido por Siduri, la vendedora de cerveza. La mujer que sirve detrás de un mostrador y habla, escucha: ¿qué se ocultaba en tal atracción? Ulises todavía lo sabía: es la mujer que acoge en la antecámara del reino de los muertos.

En ese lugar intermedio, suspendido, el único donde hay motivos para pensar que se está más allá de la vida y más allá de la muerte, se bebe y se juega a los dados. Las conversaciones con la mujer que sirve de beber atraviesan una noche infinita, sin la amenaza de un alba en las ventanas. Después de Ulises, los hombres olvidaron: pero seguían sintiendo una oscura atracción por las camareras, como si cualquier mostrador en el que se bebe fuera el umbral de otro mundo."

Roberto Calasso. "Las bodas de Cadmo y Harmonía".

Camarera de mi amor, por Compay Segundo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hazte camarera!

Anónimo dijo...

La barra es un bastión inexpugnable.

carakinder dijo...

A gilgamesh también le salió caro sus correrías

supersalvajuan dijo...

Los dados, siempre jugandonosla.