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sábado, septiembre 17, 2011

Prólogo a un libro de prólogos (imaginarios)


"Bastante gente cree que no hace falta ser especialmente inteligente para iniciar la carrera de escritor. El lenguaje literario, en cualquiera de sus modalidades y tonos, posee un ritmo propio, capaz de generar por sí solo un continente de significados, que cualquier solitario vocacional puede imitar para enhebrar las peripecias de una trama. Además, todo el mundo guarda en su interior recuerdos, impresiones, conflictos, contradicciones, represiones, todo eso de que se nutre la literatura. Sin embargo, cuando una mente preclara, cuando una de esas extrañas potencias cerebrales con aptitudes para el lenguaje despiega los usos de su pensamiento a través de la ficción literaria, tiemblan los ciemientos del arte. ¿Cuántas veces habré leído que la de Lem es (fue) una de las mayores inteligencias del planeta?"

Roberto Valencia. Prólogo a Magnitud imaginaria, de Stanislav Lem, editorial Impedimenta.

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