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domingo, agosto 05, 2012

Guilty Pleasures, Guilty Sufferings.

Ayer, hablando de Julio Iglesias, empezamos a discutir el concepto de "Guilty Pleasure", algo que yo escuché por primera vez aplicado a ABBA. De hecho, si miro la deficinión del Urban Dictionary, los dos grupos mencionados son ABBA y Los Carpenters (definición nº 4), y que paradójicamente son dos grupos de una calidad superlativa.

No se entiende que alguien pueda sentirse avergonzado de algo tan trivial como la música que escucha, salvo que entendamos que la música es una expresión del alma. Pero la música no es una expresión de los sentimientos del alma (o al menos no hay noticia de ello hasta ahora). La música no es un hecho individual, sino social, y no tiene que ver tanto con la originalidad (que algo sí), sino con la tradición, y si no se analiza así, no se entiende nada. Uno no escucha música para diferenciarse individualmente, sino para integrarse en un grupo, grupo que a su vez se opone a otros grupos.

Creo que en la biografía de Alaska de Rafa Cervera, Almodóvar cuenta que lo de escuchar a Marisol y Sara Montiel en plan irónico, como hacían Alaska y compañía en casa de Las Costus, ya lo hacía él en los 70. No sé cómo se espuede escuchar a Marisol, o a nadie, "en plan irónico". Se puede escuchar como algo "kitsch" (algo que yo discutiría), pero no como algo irónico. La ironía la sufre el que la dice, no de quien se dice. Ironía no es tanto decir lo contrario de lo que se piensa, "con retintín", sino decir, "voy a matar al asesino del rey", y que resulte que el asesino eres tú. Ironía es cuando piensas que eres muy listo, y descubres que eres muy tonto.

Pero el punto central de esta disertación no es desmontar el concepto "guilty pleasure", que doy por superado en el "todo vale" de la era internet, sino el concepto complementario, que me atrevo acuñar, de "guilty suffering". El guilty pleasure sólo tiene sentido en un contexto donde hay un canon que determina lo que es cool y lo que no lo es. En ese marco, habrá gente que escuche en la soledad de su casa, o en la discoteca con una sonrisa "irónica", a esos grupo que se supone que no son cool. Pero fíjense que esa situación implica la contraria, y que yo he sufrido muchas veces: estar un concierto de un grupo supuestamente cool muerto de aburrimiento y poniendo cara de estar transido por la emoción. Es decir, fingir que te gusta algo porque te lo pide el grupo.

Y eso, como diría Borja Prieto, está pasando.








3 comentarios:

Galán dijo...

"Uno no escucha música para diferenciarse individualmente, sino para integrarse en un grupo, grupo que a su vez se opone a otros grupos." Y que, además, está sujeto a tensiones internas que pueden ser (tócate los huevos), contradictorias.

OLE por la entrada.

car dijo...

Transido es: Fatigado, acongojado o consumido de alguna penalidad, angustia o necesidad.

mi comentario no aporta nada, i know, pero es que me ha hecho mucha gracia esa observación sobre el mundo concierteril e imaginar ese poema de cara

Víctor dijo...

Es que a veces la gente parece que escucha a un grupo para pasarlo mal vaya, no sé si me explico.

A mi me encantan los Carpenters porque como dijo Nixon eran los chicos buenos de América y eso es lo quiero ser, un buen chico. Que cuando digo esto la gente piensa en que lo digo con el rollo este irónico que mencionas. Y me sacan un poco de quicio, sí.