Decía Nabokov algo así como que Cervantes se había propuesto hacer padecer a Don Quijote todo tipo de humillaciones y torturas, construyendo una especie de tratado de la crueldad.
Yo creo que Cervantes se propuso pariodar las novelas de caballería que tanto le gustaban, y que los mamporros y las humillaciones eran parte del sentido del humor de la época. Lo que ocurre que a medida que trascurrían los episodios, el único personaje que mantenía su dignidad era Don Quijote, porque su valor era auténtico. Alonso Quijano nunca fue un miles gloriosus.
Y creo que Cervantes fue el primer sorprendido y por eso se enamoró del personaje.
5 comentarios:
Pacheco dijo el otro día que el Quijote no era cosa de risa sino que le parecía muy triste cuanto le sucedía... Yo creo que es esa dignidad, desde el punto de vista del espectador, lo que nos hace sentir tristeza...
Yo creo que el humor depende del contexto y por eso envejece tal mal. A nosotros lo que le pasa a Don Quijote nos da pena. En la época se partían. No tenían la misma sensibilidad hacia el sufrimiento que tenemos nosotros.
Por eso no estoy de acuerdo con Nabokov cuando dice que Cervantes se propuso torturar al personaje. Cervante quería hacer reír, y seguramente se reía de sus propios chistes mientras escribía.
Luego en la segunda parte Don Quijote se convierte en un espectador de las tonterías de los demás.
'Os reís porque sois jóvenes'
;-))
Un abrazo.
Yo no creo que el humor del Quijote haya envejecido tanto (teniendo en cuenta que son ya 500 años), la mayoría de los golpes me hacen gracia a mi también. Cuando son especialmente penosos o crueles con él la creuldas siempre palidece ante sus reacciones, enormes.
Es fácil enamorarse de don Quijote, y no es en absoluto por pena.
Seguro que todos nos hemos visto en situaciones parecidas en alguna ocasión. La diferencia entre pena y risa depende de la actitud
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