Las bacterias y sus cosas.

Uno de los libros de relatos más alucinantes que he leído en mi vida es uno de Stanislav Lem en el que... Bueno, a ver cómo lo explico. Uno de los primero relatos es la historia de cómo un científico descubrió que las bacterias pueden ver el futuro, y luego les enseña a escribir.

El caso es que las bacterias siempre terminan desarrollando defensas contra los antibióticos. Y esto es así, porque las bacterias pueden ver el futuro, de manera que en cuanto se desarrolla un nuevo antibiótico, ellas ya tienen preparadas sus defensas químicas (evidentemente esto se lo ha inventado el autor). El científico descubrió este hecho por casualidad cuando vio que un cultivo de bacterias había anticipado el desprendimiento de unas motas de pintura sobre la placa, evitando crecer en torno a la zona dañada... (Estoy hablando de memoria).

Lo genial es que cuando el científico se da cuenta de ésto, lo que se propone es enseñar a las bacterias a escribir en inglés. Para ello se dedica a cultivar bacterias y seleccionar aquellas que crecen en forma de puntos y líneas. A continuación les enseña el código morse, y luego el inglés No recuerdo qué truco utilizaba Stanislav para hacer esta parte verosímil. Sí recuerdo cuando dice que "el día más feliz de su vida fue cuando al llegar por la mañana al laboratorio, y tras encender las luces, vio cómo en los cultivos se habían formado las palabras "buenos días"".

El cuento termina aquí. Pero lo que hace que el libro sea genial, es que el resto de cuentos (que en realidad tienen todos la forma de prólogos de libros imaginarios) son los prólogos a una serie de libros que las bacterias han escrito, que correspoden a los libros que están por escribirse en el futuro, dentro de la corriente literaria llamada "literatura bítica", o literatura escrita por bacterias.

Los últimos cuentos corresponden a libros escritos por súperodenadores que poseen inteligencia artificial, y de los que los hombres sólo pueden entender un mínima parte.

Como se ve, todo muy borgeano, y muy majareta.