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viernes, noviembre 17, 2006

Hala, al libre albedrío!

Estaba leyendo "Tratatado de ateología" de Michel Onfray y me sorprendió su afirmación de que Freud había eliminado la ilusión del libre albedrío. Para Onfray, nuestra noción de libre albedrío es consecuencia del libro primero del Génesis (Adán comió la manzana) y sirve como justificación del pecado original.

La idea de que la idea de el libre albedrío es resultado del Génesis debo interpretarla como un recurso retórico, pues no es razonable, y no me voy a parar en ella.

Me interesa más su afirmación de que Freud destruyó la ilusión de la libertad de elección. Como no tengo mucho tiempo voy a ser bastante sentencioso y voy a poner la tesis al principio de la argumentación: Lo que Freud de puso de relieve es que nuestro querer consciente está condicionado (subrayo la palabra) por nuestros impulsos subconscientes. Algo, por otra parte, que Shakespeare ya sabía (las personas muchas veces se "autoengañan").

¿Qué quieren decir exactamente los deterministas cuando dicen que nuestro querer y actuar no es elegido? El caso es que hay múltiples versiones, desde la más dura hasta la más blanda. No creo que nadie niegue el hecho de que yo puedo levantar un brazo a voluntad.

La versión más moderna es la que dice que nuestro cerebro es un ordenador, y que si pudiéramos conocer su funcionamiento hasta el último detalle seríamos capaces de predecir las acciones de los individuos.

Primer problema: ¿Es realmente el funcionamiento del cerebro análogo al funcionamiento de un ordenador? Y si es así, ¿de qué tipo?

Los ordenadores actuales son máquinas de Turing. Una máquina de Turing es una cinta de papel infinita con una "aguja" de tinta capaz de moverse hacia adelante y hacia atrás y de leer y escribir dos posiciones, "encendido" y "apagado" (ceros y unos). La acción de la aguja está "predeterminada" por una serie de instrucciones del tipo (cuando leas 001, suma 000011010101 más 01010101010 y escribe el resultado en la posición 000101010101).

Continuará....

Bueno, y termino ya que me tengo que ir a buscar a Richi para ir a probar. Roger Penrose en su libro "La nueva mente del emperador" propone que el cerebro NO es una máquina de Turing, sino una especie de ordenador cuántico y que primero necesitamos completar la física cuántica (según él está incompleta por razones que no vienen al caso) para comprender su funcionamiento, en el que sí hay sitio para el libre albedrío.

Otro libro buenísimo que arroja bastante luz sobre el "estado de la cuestión", es "Gödel, Escher y Bach: El eterno y grácil bucle". Muchas de sus páginas son difícles de seguir para el profano, ya que profundiza en cuestiones técnicas, pero es uno de los libros que más me han impresionado en toda mi vida por su calidad literaria y su profundidad intelectual.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Je! Se nota que has leido a Stephenson y su Criptonomicón. Un libro cojonudo, por cierto. Un saludo

Anónimo dijo...

Sí, en tales condiciones sería técnicamente posible predecir las acciones de los individuos.

El problema es que vendrán determinadas por el contenido de la cinta, partes del cual estarán ya ahí y no supondrán un problema (la memoria, experiencias, etc.), pero muchas varían, hay una entrada de datos constante y masiva (a través de los sentidos) que altera constantemente el funcionamiento de la máquina.

Para poder predecir el funcionamiento de un cerebro deberías aislarlo absolutamente de cualquier estímulo externo, y toda "entrada de datos" debería estar controlada y medida hasta el detalle más minúsculo.

Estaría el problema evidente la complejidad de los sistemas, el caos y toda esa historia, pero incluso resolviéndolo y suponiendo que podemos hacer ese tipo de experimento, las exigencias para realizarlo se cargan toda utilidad.

En teoría podría predecirse las acciones de un cerebro aislado en una bola de vacío con estímulos controlados, etc. pero el mismo experimento en el "mundo real" se va al traste.

En "laboratorio" predecir la respuesta de un cerebro pues sí, queda bien y tal, pero de poco sirven sus resultados.

Francisconixon dijo...

lampernisse: Me gustó mucho la parte en la que explica lo de la máquina enigma y tal.

Anónimo: La idea de un cerebro en una cámara de vacío es el punto de partida de varios cuentos de Stanislav Lem. Concretamente hay uno buenísimo en el que un tipo "inventa" el alma, un cerebro inmortal privado todo estímulo externo. El protagonista compra el cerebro y lo destruye.

Anónimo dijo...

Pues al respecto de cerebros despojados también está muy bien 'Efímeras' de Kevin O'Donnell. Cuenta con gracia (y amargura) todos los problemas que acarrea el pastorear generaciones de humanos por el espacio mientras se libra una lucha interior con la programación original...

El Malvado Ming dijo...

"El libre albedrío nos viene aquí pintiparado".

Anónimo dijo...

Efectivamente, el libre albedrío nos viene aquí pintiparado.
Tío, veo que le das a casi todo.
Desde mi libre albedrío estoy contigo y con Penrose en que el cerebro no es una máquina de Turing.
También coincido contigo en que mi pasión por el libro GEB (como he disfrutado con él!)
Aunque aún no he llegado a la parte que habla del cerebro, estoy leyendo otro libro bueno que interpreta muchos fenómenos desde la teoría de la información (cómo no, comineza tambien con hablando de los U-boat alemanes, el código enigma, Betchley Park...) El libro es este: http://www.decodingtheuniverse.com/
y al autor lo sigo desde http://www.edge.org/ y lo que llaman la "tercera cultura". Temas apasionantes.
Y por último, a ver si te atreves con el último de Penrose!

Anónimo dijo...

Lo del cerebro como ordenador cuántico, en mi opinión, es una tonteria que suena bien, por lo menos ahora mismo.
Pero si que es verdad que el cerebro no tiene nada que ver con un ordenador convencional.
La argumentación es muy sencilla. Una máquina de Turing tiene, por decirlo de alguna manera, una capacidad computacional limitada. Sólo puede computar "problemas" hasta un cierto nivel de complejidad. Problemas más complejos, expresados mediante gramáticas menos restrictivas, de tipo 0 por ejemplo, no son computables por un ordenador turing-equivalente. De hecho, la mayoría de problemas no son computables. Ejemplos de estos son algunas de las principales capacidades del cerebro humano y que ningún software ha conseguido reproducir, como la capacidad para comprender y expresarse en lenguaje natual.
Como estos problemas si pueden ser "computados" por el cerebro humano, es evidente que la capacidad computacional de la mente humana está muy por encima de la de cualquier ordenador turing-equivalente.

Sobre el libre albedrío, nada puede ser dicho.

Un saludo.

Unknown dijo...

Yo quisiera decir que sobre libre albedrio y computadoras tuneadas en este momento no me veo hablando pero que pronto lo haré. Que hoy estoy deasiado cansado y tengo que seguir escribiendo. Lo que si hago Fran, es mandarte un abrazo fuerte. Me alegra haber encontrado tu blog.

Anónimo dijo...

te recomiendo que leas la "teoria del cuerpo amoroso" (théorie du corps amoureux) de onfray (si no lo has hecho ya).
A mi me gusta mucho este autor.
Me cuesta creer en el determinismo y prefiero creer que el libre albedrío es lo que mueve al hombre. No me trago lo del destino.... y también me cuesta entender a freud y sus teorías.....
no he leído "tratado de ateología" però supongo que la relación entre libre albedrío y religión debes interpretarla desde el punto de vista de un autor ateo, y defensor de la libertad del hombre.
sartre también cree en la libertad del individuo.
el determinismo provoca inacción, parálisis, y es más sencillo. La libertad provoca vértigo pero es una buena apuesta.
otro autor francés (no filósofo) es houellebecq. su visión del mundo y del hombre pueden estar ligadas al determinismo (a parte de tener una teoría muy estudiada de las relaciones sentimentales-sexuales, provocadoras teorías sobre las religiones...etc). guste o no guste, no deja indiferente.
Cuenta un poco tu opinión sobre las relaciones de parejas.... tema difícil.... autores, teorías...? no me digas que eres de los freudianos???
cada día me sorprendes más, sinceramente.
wonder007

Anónimo dijo...

hola!
yo creo que la metáfora del ordenador como medio de explicación del cerebro humano empieza a estar superada, y aunque en algúnos sitios pueda mantenerse como paradigma, creo que las investigaciones van más hacia explicar el cerebro como una red de asociaciones (como el programa de punset). Se habla de peso y dirección, de asociación en definitiva.
Vaya lio! a ver qué os parece.