Parece que la pretensión de G. Martínez es deslegitimar la transición por haberse hecho contra los españoles, que aparecen como una masa estúpida y manipulable por su incapacidad para producir y administrarse (lo de consumir no les gusta) "cultura problemática" (CP).
La CP, por lo visto, es una modalidad de "cultura" común allende los Pirineos mientras aquí nos cebaban con maná de la marca "consensuator".
En fin, no entendía muy bien esta paranoia de la CT (cultura de la Transición) hasta que al leer la primera entrada del blog de Martínez topé con la madre del cordero: el modelo de Estado.
El problema de la CT remite al de España y las Españas y, ojo al dato, el origen de nuestros problemas está en esa CT. Al parecer la solución a todos nuestros males pasa por hacer política desde planteamientos étnicos y no meramente políticos (sorprendentemente, al final de la entrevista Guillem declara sus simpatías por el anarquismo).
El modelo autonómico no es criticable por su funcionalidad sino porque es fruto de esa CT y de un consenso bobo. Empezaremos a ver la luz cuando la maquinaria cultural del país trabaje en pos del colapso del actual modelo de Estado mediante la producción de CP. Una vez descuajaringado el consenso y la nación que, por lo visto, depende de él, estos próceres del milenarismo laico dejarán de darnos la chapa, extasiados ante la esperada renovatio mundi. Esta renovación podría llevarnos, vía referendum, se supone, a la República Federal, Confederal u, oh sorpresa, a una Monarquía Parlamentaria con sus autonomías, caso que, de producirse nos haría merecedores nuevamente del título de bobos consensuados y vuelta a empezar...
2 comentarios:
No tiene nada que ver con su post, pero ayer, en plena fiesta de madrugada, entré en un bar y empezó a sonar Chup Chup.
(y me motivé)
Parece que la pretensión de G. Martínez es deslegitimar la transición por haberse hecho contra los españoles, que aparecen como una masa estúpida y manipulable por su incapacidad para producir y administrarse (lo de consumir no les gusta) "cultura problemática" (CP).
La CP, por lo visto, es una modalidad de "cultura" común allende los Pirineos mientras aquí nos cebaban con maná de la marca "consensuator".
En fin, no entendía muy bien esta paranoia de la CT (cultura de la Transición) hasta que al leer la primera entrada del blog de Martínez topé con la madre del cordero: el modelo de Estado.
El problema de la CT remite al de España y las Españas y, ojo al dato, el origen de nuestros problemas está en esa CT. Al parecer la solución a todos nuestros males pasa por hacer política desde planteamientos étnicos y no meramente políticos (sorprendentemente, al final de la entrevista Guillem declara sus simpatías por el anarquismo).
El modelo autonómico no es criticable por su funcionalidad sino porque es fruto de esa CT y de un consenso bobo. Empezaremos a ver la luz cuando la maquinaria cultural del país trabaje en pos del colapso del actual modelo de Estado mediante la producción de CP. Una vez descuajaringado el consenso y la nación que, por lo visto, depende de él, estos próceres del milenarismo laico dejarán de darnos la chapa, extasiados ante la esperada renovatio mundi. Esta renovación podría llevarnos, vía referendum, se supone, a la República Federal, Confederal u, oh sorpresa, a una Monarquía Parlamentaria con sus autonomías, caso que, de producirse nos haría merecedores nuevamente del título de bobos consensuados y vuelta a empezar...
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