La parte del cine no sabía muy bien cómo enfocarla, y me acordé de la frase de Chesterton, "No se puede tener una estética sin una ética". Chesterton creo que lo decía en el sentido de que, incluso para las artes más formales, se necesitan criterios de elección. Yo lo tomé en el sentido de aquello que recordaba Borges sobre William Blake, que decía que la salvación era de triple naturaleza: ética, intelectual y estética. Es decir, la salvación del alma no depende sólo de ser bueno, sino que además hay que ser sabio y culto.
Esto que decía Blake para el alma, se corresponde un poco con la evolución histórica del asunto. Para los antiguos, (judíos, griegos, romanos, etc.), la ética y la moral no tenían una separación clara. (Definimos ética como aquello que compete a la conservación del individuo y moral aquello relativo a la conservación del grupo). Más bien la ética estaba subordinada a la moral, es decir, el hombre bueno era el buen ciudadano (lo que básicamente consistía en estar dispuesto a
morir por la patria). Cuando judíos y griegos son conquistados, y sobre todo, con la caída del Imperio Romano, se produce un movimiento de repliegue hacia los valores interiores, al margen de la cosa pública, (cínicos, epicúreos, estoicos), cuyo exponente más importante es el cristianismo, que coloca la salvación en la otra vida, y su requisito más importante es la caridad (San Pablo).
Sin embargo, por esa época también surge otra tradición, para la que lo importante no era la caridad, sino la sabiduría. Es lo que se ha venido a llamar
gnosticismo. Aunque las sectas gnósticas fueron derrotadas por el cristianismo, la tradición sigue viva de muchas formas, por ejemplo, en toda la tradición hermética, una de las fuentes de la revolución científica. Por ejemplo, Newton descubrió la gravedad buscando la forma de perfeccionar los horóscopos, por no hablar de la alquimia y la química... (Los papeles esotéricos de Newton fueron descubiertos recientemente y comprados por el economista Keynes, es una
historia muy chula). Otro ejemplo es el caso de místico sueco
Emanuel Swedenborg, un científico militar multitarea que acabó hablando con los ángeles por la calle.
Con el romanticismo se añade la salvación por la estética. Una vez que desaparece Dios de la ecuación, la salvación consiste en participar del espíritu de cada pueblo, que se manifiesta en su cultura. Lo más importante es tener cultura. Lord Byron, Hegel, Wagner, etc. Es la idea vigente actualmente (
Ministerio de Cultura).
Pues bien, yo quise poner dos ejemplos de sendos individuos que buscan la salvación por la estética. Uno se salva y otro no. El que se salva (esta es mi interpretación) lo hace porque se da cuenta de que la salvación estética tampoco es posible. Por otro lado, uno es la versión protestante del problema, y otro la católica.
El primero es Paul Newman en "El buscavidas".
Aquí le vemos a punto de cagarla intentando desplumar a unos primos.
Aquí le vemos con los pulgares rotos hablando de ser
un ganador o un perdedor.
El otro es Marcello Mastroianni en "La Dolce Vita".
En
esta escena vemos cómo conoce a una chica que simboliza la inocencia, durante un retiro que se ha tomado de varios días en un intento de terminar su novela, apartado de la vida de periodista del corazón que lleva en Roma.
En la escena final han pasado varios años. Marcello viene de una fiesta. Está tan corrompido que ni siquiera reconoce a la chica.
La novela nunca se terminó.
Para terminar, el otro ejemplo de influencia directa de lo audiovisual en mi música que encontré.
Copas de Yate.