Últimamente vengo tropezando con el concepto de "
Lovemarks", amor a la marca. No es que yo sea un flipao del
No Logo, pero coño, amor a las marcas... Uno puede amar a una persona o tenerle cariño a un perro, pero juntar "amor" y "marca", no sé, la gente no tiene sentido común.
Ya dijo Aristóteles que los objetos son "moralmente indiferentes".
Este tema ya se habló en su momento.
2 comentarios:
Pues qué quieres que te diga; yo me he comprao el polo azulito de Federer y soy feliz dándole a la bola, tronco
así que la autora tiene razón. No es Nike. Es Federer.
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