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viernes, octubre 26, 2007

De las personas y las cosas.

Al final no me voy a Andorra hasta mañana porque mi amigo André se tiene que quedar de cierre en la revista donde trabaja a causa de un imprevisto. Viniendo para casa me puse a pensar si esta noche entonces quedaríamos con unos o con otros, y cómo serían las conversaciones en función de con quién nos viéramos. Yo creo que cuando hacemos eso que se llama "charlar con los amigos" los temas de conversación suelen girar en torno a las cosas que nos gustan (I) o a las personas que conocemos (II). Según su carácter, hay personas que tienden hacia el tipo I y otras hacia el tipo II. No son mejores ni peores, sino diferentes (como diría El Gañán).

Yo creo ser tipo I. Tengo tendencia a considerar los conflictos personales como meros casos particulares de conflictos-tipo abstractos, y puedo pasarme con Pelayo media hora hablando de un versículo del libro de Job a las cinco de la mañana en el Bola Ocho con la misma pasión con que otra persona cuenta las maldades de su compañero de oficina o las esperanzas de llevar a cabo un acoplamiento con alguien del sexo opuesto esa noche. Puedo ser muy vehemente en mis argumentaciones, pero nunca espero que mis objeciones se lleven al terreno personal, y me descoloca bastante que cuando estoy intentado describir el meollo de un asunto, alguien me responda con la experiencia de su vecina, y cuando media hora después estamos discutiendo sobre cualquier otra tontería, la misma vecina vuelva a aparecer. Incluso a veces me han acusado de ser una persona muy fría porque en medio de una discusión de pareja soy capaz de hacer un análisis de la situación como si le estuviera sucediendo a otras personas, y traer a colación el diálogo de una película o el argumento de una novela. En un par de ocasiones en las que estuvimos a punto de tener un accidente de coche, me recuerdo pensando: "qué curioso, esto nunca me había pasado".

Naturalemente, todos somos tipos mixtos. Hablar de las cosas tiene la ventaja de que cuando hay personas que no se conocen en un grupo, se establece un terreno de juego común. Además, se tiende a hablar de las cosas que te gustan, lo cual es agradable y didáctico. Me encanta quedarme escuchando a alguien que está contando algo interesante. Hablar de la gente suele derivar en hablar mal de la gente, y cuando no conoces a las personas, es como oír llover.

La cosa se complica cuando personalizamos las cosas (por ejemplo, el fútbol) o cosificamos a las personas (por ejemplo, la prensa rosa).

Pero que no soy una persona fría, ¿eh?, que yo soy muy sentido, lo que pasa que me quedo callado.

6 comentarios:

Isaac dijo...

Qué guay lo del easy pop... parece un Alburquerque versión otoño... pasadlo bien.
El año que viene, voy.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo, es agradable hablar con alguien que no conoces mucho y descubrir que hay un campo en el que los dos podemos jugar y pasarlo bien. Después a veces te parece que has dado un paso positivo importante en tu relación con esa persona, y todo es más fácil.

Anónimo dijo...

"todos los indies que van de guays eran los panolis del instituto..."

"el electroclash es como el electropop de los 80 pero ideado para captar a los criajos de Benicàssim..."

"qué les den a los tontipops fans de Astrud!"

Genís asegura que hay una Iglesia de la Eutanasia, dedicada a reducir la población del planeta...1

a Astrud en una entrevista de la TNT... (Adult Swim)

tú que opinas de estas entrevistas???

creo que darío adanti está detrás de esto...

Francisconixon dijo...

Lets rock: Yo creo que Genís es lo suficiente listo como para saber lo que tiene que decir en cada momento. Si te das cuenta no ofende a nadie, porque nadie se identifica con los tipos que describe. Nadie se considera panoli, criajo ni totipopero, eso siempre son los demás.

Anónimo dijo...

Cómo vas a ser frío con esas cosas que cantas

Jorge Pedro dijo...

panoli es un gran adjetivo.