Una pequeña tostada.

Sí, es muy frecuente leer análisis de los tebeos de superhéroes en términos de que si el Capitán América representa el fascismo americano, o que si los mutantes son una metáfora del racismo, o que si realizan las fantasías de supremacía física de los adolescentes, etc, etc.

El caso es que las ciencias humanas siempre han sentido una cierta envidia de las ciencias naturales por el hecho de que estas últimas ofrecían resultados contrastables mientras que las primeras no. Por otra parte, un médico o un físico, en principio pueden acceder a mayor dinero del presupuesto que un filólogo o un historiador, y ya sabemos que el dinero crea el valor.

En Francia y EEUU especialmente, ciertos humanistas han tirado de los dos últimos "grandes relatos" para reducir las diferencias: marxismo y psicoanálisis, y los campeones de la causa han sido Derrida y Lacan, inspiradores de los llamados "estudios culturales" (de los que el estudio crítico de los superhéroes es sólo un ejemplo. Es famoso un ensayo de Umberto Eco sobre Supermán en "Apocalípticos e integrados").

¿Qué tienen esas dos teorías que las hacen tan atractivas para los académicos universitarios? Su carácter determinista les da cierta apariencia de "ciencia dura". Por otra parte, el hecho de que sean incontrastables con los hechos, les confiere un potencial literario inagotable. Ojo, no estoy diciendo que no sean teorías sugerentes y que no hayan puesto de manifiesto importantes verdades. Sólo digo, que, al igual que ocurre con el Darwinismo, por su propia naturaleza, son difíciles de contrastar (con los hechos).

Todo ésto nace de una mala lectura de los logros de las ciencias naturales. La cuestión no es que sean ciencias exactas (que no lo son en sentido estricto) o que sean expresables en lenguaje matemático (que no siempre lo son: por ejemplo, la práctica médica). Las ciencias naturales parecen exactas o predictivas cuando tratan cuestiones simples (movimiento planetario), pero cuando aumenta la complejidad, aparece el caos y todo se pone emocionante (tiempo atmosférico). La cuestión es que si afirmas que algo es un hecho tienes que intentar demostrarlo.

Me decía alguien ayer a raíz de lo de Rocío Jurado: ¿cómo es posible que hayan llegado a la Luna y no hayan encontrado la cura del cáncer? Pues porque lo que sucede en el cuerpo de una hormiga es más complejo que el movimiento de toda la materia del universo. Es más fácil inventar la bomba atómica que curar la gripe. Así de sencillo.

Incluso las matemáticas a partir de cierto nivel alcanzan un grado de abstracción que las emparenta con la filosofía. (Paradoja de Russell, Conjetura de Goldbachs, etc...)

El sitema de Tolomeo y el de Copérnico tenían el mismo poder explicativo. ¿Cuál era el correcto? El de Copérnico, porque los hechos le dieron la razón.

¿Dónde están los hechos que nos demuestren la veracidad (y la bondad) de conceptos como la dictadura del proletariado o la envidida de pene? Son objetos mentales, como las mónadas, el noúmeno, La Voluntad, el Espíritu Absoluto, etc, etc...

Ya termino: para mí los cuentos de superhéroes son cuentos de hadas. La moderna novela psicológica suele contar la historia de un loco al que nunca le pasa nada. Los cuentos de hadas cuentan la historia de un héroe sano al que le pasa de todo. Es el mundo el que está mal, y no el héroe.

Yo prefiero pensar que soy un héroe y no un loco.